Sabéis que en el CRPL, Lwi­ro Pri­ma­tes, en la RD Con­go, tam­bién se reha­bi­li­tan loros gri­ses o yacos que lle­gan pro­ce­den­tes del comer­cio ile­gal de espe­cies. Hace unas sema­nas se hizo otra libe­ra­ción sua­ve, es decir, los 18 loros se colo­ca­ron en una zona de acli­ma­ta­ción de la que ellos pue­den entrar y salir y don­de se les sumi­nis­tra ali­men­to duran­te sema­nas y has­ta que se con­si­de­re que son independientes.

Los loros gri­ses pagan cara su alta socia­bi­li­dad, pues debi­do a que duer­men en zonas comu­nes es allí don­de lle­nan las ramas que usan para dor­mir con pega­men­to y así los cap­tu­ran, pere­cien­do muchos de ellos como con­se­cuen­cia de las lesio­nes que el pega­men­to les pro­vo­ca. SOS Pri­ma­tes con­de­na el comer­cio de espe­cies pro­te­gi­das e igual­men­te no dona sopor­te a la tenen­cia de ani­ma­les sal­va­jes como mas­co­tas, inclui­dos los loros.

Gra­cias al equi­po del CRPL y a todos los impli­ca­dos en esta reha­bi­li­ta­ción que siem­pre nos lle­na de esperanza.

Si ayu­das a SOS Pri­ma­tes estás hacien­do posi­ble estas realidades.

Echa un vis­ta­zo a las dife­ren­tes opcio­nes que te pro­po­ne­mos para echar­nos un cable

¡Que paséis un buen domingo!